Los Plátanos de Canarias son conocidos en todo el mundo por su excelente calidad y sabor. Para garantizar que lleguen en óptimas condiciones al consumidor final, estos deliciosos frutos pasan por un minucioso proceso de envasado en las plantas de empaquetado. Os queremos mostrar el paso a paso el procedimiento que sigue esta fruta tropical, desde el corte de los racimos en manos hasta el empaquetado para protegerlo durante el transporte a las plantas de maduración.
Corte de los racimos:
Una vez que los plátanos han alcanzado el punto de recolección adecuado, los racimos son cortados cuidadosamente de las plantas por trabajadores expertos. Estos racimos son grandes conjuntos de plátanos unidos por el pedúnculo central, que posteriormente serán divididos en manos individuales.
Higienización en una balsa de agua:
En una segunda fase, las manos de plátanos se sumergen en una balsa de agua. Esta etapa es crucial para eliminar cualquier suciedad o residuo que pueda haber quedado en los frutos durante la cosecha. La higienización se realiza utilizando métodos y productos seguros para la salud humana y el medio ambiente, siguiendo estrictamente el pliego de condiciones de condiciones de calidad de la certificación IGP PLATANOS DE CANARIAS.
Clasificación:
Después de la higienización, las manos de plátanos son cuidadosamente clasificadas según su tamaño y calidad. Este proceso permite separar los plátanos que cumplen con los estándares de calidad requeridos de aquellos que no lo hacen. La clasificación se realiza de forma manual, asegurando que solo los plátanos de mejor calidad sean seleccionados para su envasado final.
Empaquetado y protección con plástico:
Una vez clasificadas, las manos de plátanos son empacadas en cajas de cartón especialmente diseñadas para su transporte. Para protegerlos durante el viaje a la península, se utiliza un plástico que cubre cada caja de plátanos. Este plástico evita posibles daños, ayuda a mantener la humedad y protege los frutos de la exposición a factores externos.
Almacenamiento y transporte:
Una vez que los plátanos están debidamente empacados y protegidos, son almacenados y preenfriados en cámaras frigoríficas, para preservar su frescura y calidad. Posteriormente, son cargados en contenedores refrigerados para su transporte a la península. Durante todo el proceso de almacenamiento y transporte, se controla y monitorea la temperatura y la humedad para garantizar que los plátanos lleguen en las mejores condiciones posibles.