Las altas temperaturas en verano hacen que los plátanos maduren más rápido, con lo que su vida comercial se acorta, porque tienden a ponerse negros antes que en épocas de temperaturas más bajas. Por este motivo, muchos detallistas nos piden los plátanos más verdes como los de la foto de la frutería, y tienen la esperanza de que así les durarán más y no tendrán que venderlos en oferta porque han madurado demasiado.
Sin embargo, sabemos, por experiencia en nuestras platanerías, que los plátanos verdes no se venden. Los consumidores prefieren comprarlos en el punto de color amarillo. Si están demasiado verdes no los compran, esperan a que se pongan en el color que les gusta o bien se van a otro sitio a comprarlos. [Ver fotos de nuestras platanerías con los plátanos del color óptimo para venta. Ambas han sido tomadas el 13 de junio.]
Nuestra propuesta a los retailers es:
– comprar menos cantidad de plátanos y que sean de color amarillo con un punto verde. Éstos se conservarán en la tienda como máximo 2 días, por lo tanto, se tendría ajustar el volumen de compra a la venta prevista para ese periodo.
– si se necesitara aprovisionar para más días, recomendamos comprar en dos colores, unos amarillos y los otros más verdes.
– no amontonarlos en el mostrador
– manipularlos lo menos posible
– si de guardan en cámaras, que la temperatura no sea inferior a 10º, y si lo es, protegerlos de frío tapándolos con algún plástico, lona, etc..

Platanería Mercado Collblanc
Siguiendo estas instrucciones mantendrán el color óptimo durante más tiempo, lo que favorecerá la venta e incentivará que el cliente elija su establecimiento para comprar plátanos.
Lo más importante para vender plátanos es la maduración. Del mismo modo que no compramos aguacates o kiwis cuando están duros, tampoco compramos plátanos demasiado verdes.
Nuestra experiencia de más de 50 años en nuestras platanerías así nos lo indica y por eso queremos transmitirlo a nuestros clientes de la distribución. Por ello, nos ponemos a su disposición para asesorarlos sobre esta cuestión, pues somos conscientes de la dificultad de vender plátanos en verano teniendo en cuenta lo delicados que son, y que los hábitos de consumo cambian por el estilo de vida y por la competencia de otras frutas.