HPN Australia, una empresa especializada en asesoramiento nutricional deportivo, ha publicado una información sobre cuál es el mejor momento para comer un plátano según su punto de maduración.
Cuando la piel del plátano está verde, la fruta aun no está madura y en consecuencia, tiene poco azúcar, pero es una gran fuente de prebióticos que benefician la salud intestinal, porque producen alteraciones beneficiosas en la flora intestinal y contribuyen a mantener una buena salud del colon.
Si el plátano está poco maduro tiene un alto contenido en fibra y poco azúcar. Cuenta con un índice glucémico más alto, lo que hace más fácil la digestión, tiene menos almidón para descomponer y el sistema digestivo podrá absorber los nutrientes con más rapidez y facilidad. A medida que la maduración avanza se produce una pérdida de nutrientes, pero se incrementa la carga de antioxidantes.
En la tercera fase el plátano está maduro, “en su punto”. Muestra un color amarillo sin manchas marrones y tiene carga de antioxidantes y un buen contenido en fibra. Los plátanos son fuente de pectina, un tipo de fibra que actúa como un prebiótico y que, al ser fermentada en el colon junto al almidón resistente, originan butirato, elemento que favorece y mejora la salud intestinal.
Cuando el plátano muy maduro tiene un menor contenido en vitaminas y minerales, y el contenido en azúcar se incrementa paralelamente al número de manchas marrones que aparecen en su piel. En esta fase la fruta es rica en antioxidantes asociados a la prevención de enfermedades como el cáncer.
Finalmente, en la última fase, cuando en plátano está demasiado maduro (la piel está completamente marrón) tiene el mayor contenido en azúcar y fibra. El almidón se ha convertido en azúcar y la clorofila se ha descompuesto provocando que el nivel de antioxidantes aumente significativamente.
Podéis conocer más detalles sobre las fases de maduración del plátano y los cambios que se producen en la fruta en el post original de Instagram de HPN Australia.